viernes, 11 de junio de 2010

El Dorado y el falso mito de Guatavita

En 1990 y luego de tres años de preparativos e investigaciones, el documentalista y periodista colombiano Roberto Tovar Gaitán ingresa con un equipo de buzos y cámaras de televisión, a la Laguna de Guatavita ubicada en Sesquilé Cundinamarca, comprobando que tiene una profundidad de 26 metros en el centro. Descubre además, en sus fondos, gran cantidad de arbustos muertos y pastos casi petrificados por el frío, los cuales evidencian que entre 1900 y 1906 la laguna fue secada totalmente. Además Tovar localiza un túnel por el cual se desaguó la laguna.[cita requerida]

En su viaje titulado Las lagunas del Dorado, evidencia y demuestra que aun cuando la laguna de Guatavita fue un centro ceremonial importante para la iniciación de los jóvenes que serían coronados Zipas o reyes de Bacatá, esa laguna «no fue la verdadera cuna de El Dorado». Según los hallazgos, la verdadera sería la lagunita de Siecha (palabra muisca que significa La casa del varón), localizada cerca de la pirámide del Sol Muisca, a 35 kilómetros de Guatavita.[cita requerida]

Toda la historia se relata en una serie de vídeos documentales, titulada Colombia oculta, propiedad del Sr. Tovar y que se pueden ver en la videoteca del Museo del Oro de Bogotá